Historia de la Hermandad
La noche del Miércoles Santo de 1952, salían los Hermanos que acompañaban Santísimo Cristo de las Batallas por primera vez de la Iglesia de Mosén Rubí. La procesión la encabezaban tres caballos. Dos filas de Hermanos portando velas encendidas y observando el más estricto silencio, en medio tres cruces negras portadas a hombros por sendos Hermanos, acompañados por el toque de esquilas que anunciaban el paso de la procesión e invitaban al silencio y recogimiento a los que estaban como espectadores y acompañados por tambores destemplados y el sonido de las trompetas, y en medio la pequeña imagen del Santísimo Cristo. La austeridad, el silencio, la devoción de los penitentes hizo que pronto esta procesión se convirtiera en la más pura representación de los que son las procesiones penitenciales.
Así durante diez años la Hermandad fue creciendo en número de Hermanos participantes, consolidándose, creando nuevas expectativas, proponiéndose nuevos objetivos y provocando gran concentración de público que acudía a ver el paso de la Procesión por las calles de la ciudad cada noche del Miércoles Santo.
El Cabildo Menor (Junta directiva) empezó a darle vueltas a la posibilidad de hacer una imagen de tamaño natural. D. José Muñoz Luengo en el artículo de la Semana Santa de Ávila de 1976 dice “Bien pronto la Hermandad se dio cuenta de la necesidad de otra imagen procesional: Razones sobradas había para ello: la pequeña imagen, cargada de gloria histórica, dispuesta para la guerra , difícilmente podía adaptarse a una carroza procesional; el barro de su materia, con la acción del tiempo y los traslados sufría quebrante y no debía exponerse a deterioros frecuentes y consecuentes restauraciones, que vendrían en detrimento de sus valores; finalmente, la figura del señor desentonaba en la armonía del conjunto procesional, rompiendo la unidad estética y perdiéndose en la distancia entre los claroscuros de la noche” .
El Cabildo Menor, después de varias opciones, propone al Cabildo Mayor encargar una nueva imagen al escultor, hermano cofrade, D. Plácido Martín San Pedro con la misma advocación de Santísimo Cristo de las Batallas. Se trata de una talla de madera, de 2,15 metros de altura, que representa un hombre fuerte, aunque encorvado por el peso de la cruz.
La nueva imagen fue bendecida por, el entonces obispo de la diócesis D. Santos Moro Briz el día 8 de marzo de 1963 en la Iglesia de San Pedro de Ávila. La imagen queda instalada en esta Iglesia, por lo que también se cambia la sede de la Hermandad a la parroquia de San Pedro. El Miércoles Santo de ese mismo año la Procesión sale de la Iglesia de San Pedro, cambiando evidentemente el recorrido de los años anteriores, y con la nueva imagen del Santísimo Cristo de las Batallas. La imagen cambia, el recorrido cambia, pero el espíritu penitencial, de oración, silencio de la Procesión se mantiene como el primer día. Cada Miércoles Santo, a las once en punto de la noche las puertas de la iglesia de San Pedro se habrían para dejar salir a la majestuosa imagen de Jesucristo cargado con la Cruz.